Yo pienso que no. La obsesión por el corto plazo no nos deja ver el bosque. Cada semana en nuestra organización conocemos a nuevos impulsores de proyectos, trabajamos en la transformación real de algún equipo, cargamos de valor algunas ideas y hablamos con posibles clientes. En definitiva, llevamos mucho tiempo tomando el pulso a la innovación en España y nos encontramos con tres causas fundamentales que limitan la capacidad para innovar en España
Primera
: la mayoría de innovadores. Porque no educamos sino que enseñamos. No somos escuela sino escaparate. Nos preocupa mucho más nuestra reputación que las necesidades reales de las personas.
Segunda: la mayoría de “departamentos de innovación”. Son pequeños vigoréxicos de la innovación replicados dentro de las organizaciones. Se alimentan a sí mismos en una espiral auto-innovadora con elevada inercia. Cuando no tienen dinero, es porque no tienen dinero. Cuando lo tienen, es porque lo tienen.
Tercera: La falta de relación y comunicación entre el sector público y privado. Vivimos realidades paralelas. Una doble velocidad nos desquicia, nos pesa y nos agota. Podemos salir hacia delante pero convendría aprender a manejar las marchas.
Miguel Angel Arias
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