Aplazar o fraccionar las deudas tributarias se había
convertido en una fuente de financiación para las empresas. Hacienda ha decidido cortar este tipo de financiación, a través de las retenciones o los ingresos a cuenta aplazados o
fraccionados, según explica una Instrucción del Departamento de la Agencia
Tributaria.
En la Instrucción 6/2013, se recuerda este tipo de
aplazamientos y fraccionamientos, sólo pueden concederse cuando afecten de manera
sustancial a la capacidad del nivel de empleo de la actividad económica, se
produzcan grandes alteraciones para los intereses del Fisco o se afecte el
mantenimiento de la capacidad productiva.
En principio las solicitudes de aplazamiento o
fraccionamiento inferiores a 18.000 euros no serán admitidas, y las de mayor importe, sino están sujetas a las condiciones anteriores tampoco serán
admitidas.
Según la directora de recaudación, Soledad García
López, en estos últimos años la mayoría de los aplazamientos y fraccionamientos
solicitados, son referentes a deudas de retenciones. Se está comprobando que en
ocasiones, se está haciendo un uso inapropiado del aplazamiento de las deudas
tributarias. Con estas medidas se pretende acabar con las el uso fraudulento de
estas actuaciones.