El
IRPF es el impuesto más importante por recaudación. A través de este impuesto
se prevé una recaudación de 73.196
millones, un aumento del 1,7% respecto a
la previsión del 2013, en total 6.843 millones más.
Este
incremento se justifica por las subidas fiscales temporal aprobadas en el 2012
y 2013. Las medidas adoptadas por el gobierno de Mariano Rajoy, como elevar
siete puntos el tipo marginal máximo, seguirán vigentes al menos durante el
2014.
Estas
medidas contrastan con la destrucción de empleo (en términos de contabilidad
nacional) que vivimos en la actualidad, aunque hay que recordar que los
ingresos derivados del IRPF no solo dependen de las rentas salariales.
Las
plusvalías por venta de acciones, el cobro de dividendos o intereses, también
forman parte de los ingresos recaudados por este tributo. Y éstas son partidas que
el gobierno estima que crezcan en un futuro, junto con las rentas del ahorro.
En
términos cuantitativos, se grabarán las plusvalías de hasta 6.000 euros al 21%;
al 25% las plusvalías entre los 6.000 euros y los 24.000; y para mayores cifras
se gravarán al 27%.
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