Retorno al futuro

Tenemos un año por delante muy instructivo, vamos a gestionar nuestras economías empresariales y domésticas  en una situación de auténtica crisis y, por lo que parece, sin que se nos pongan paños calientes por parte del Gobierno  Central.


Hasta ahora, cada día, era un nuevo dato económico del país que nos cargaba de preocupación  con cierta lejanía, no nos afectaba tan directamente a nuestras casas salvo para aquellos que ya lo estaban  por el desempleo. Desde ya, cada información nos tocará directamente el bolsillo. 

El déficit público disparado sobre todo en las comunidades autónomas,  ya ha provocado la subida del IRPF, del IBI, del IAE, recortes en sanidad, en servicios sociales, en educación y pronto subidas del IVA.  La situación de despilfarro que se ha permitido durante años en España  nos va a tocar amortizarla de poco tiempo. 

Este país no se puede permitir tanta empresa pública deficitaria que solo sirven para colocar a los amigos, ni mantener estructuras sin sentido, piscinas cubiertas en cada pueblo,  riego de césped donde no es natural que lo haya, obras faraónicas, y mangantes con cargos oficiales.
A nadie nos gustaría que en la empresa donde trabajamos se nombrase director a cualquiera de los especímenes que han  gobernado España en los últimos años, y veremos qué ocurre con los que ahora lo hacen. 

Las medidas que se están tomando en principio son coherentes y responden a algo tan simple como una economía doméstica, no gastar lo que no se tiene y generar más economía para cubrir lo heredado. 

Para cualquier inversión se deberá considerar el retorno económico que va a producir con independencia de su bondad social.

Esta es la filosofía de partida. Los nombramientos de los puestos de responsabilidad que han de llevarla a cabo, deben ser muy pulcros y de personas con auténticos valores, cultura y formación.  Ya no puede haber más Camps, Pepiñosni Bibianas los ciudadanos no lo soportamos.

Hay ejemplos bastante claros en España de  buena  gestión  económica en  comunidades autónomas, La Rioja yMadrid sirven de ejemplo,  si en el resto no se ha sabido hacer, deberán ser fiscalizadas  para que los ciudadanos cuanto antes podamos volver a disfrutar de cierta tranquilidad en nuestros hogares.  Nos importa muy poco quién gestione, lo que nos importa es que se haga bien. No puede ser que en algunas comunidades se esté en un nivel de tributación más alto que Suecia y  con niveles de servicios de hace treinta años.

Mientras se avanza hacia la esperada recuperación, en nuestros hogares  vamos a adaptarnos a pagar más impuestos con el objetivo claro de temporalidad y mejora de nuestro país.

Miguel Angel Arias
Arias y Asociados